Suicidio por desahucio en Granada

La noticia

Un comerciante se suicida en Granada justo antes de que le desahucien. La víctima (no podría llamarlo de otra manera) regentaba un quiosco, y la deuda, que era por su vivienda y no por el quiosco, ascendía a 240.000 euros. El hombre, por lo visto, no encontró otra salida que la de ahorcarse en el patio trasero de su casa, la que le iban a quitar por impago.

José Miguel Domingo no había compartido con nadie sus problemas con el banco. Y es que el orgullo a veces, y otras la decencia de no querer complicar la vida a nadie, y menos a los que están a tu alrededor, hacen que no veas la luz al final del túnel, que no encuentres esa salida digna que te permita seguir una vida lo más cerca posible a la normalidad.

Estadística

No es la única víctima de las malas praxis de las entidades bancarias. El anterior 23 de Octubre, un joven de Las Palmas de Gran Canaria saltó por un puente, perdiendo también la vida, a causa (en parte) de otro desahucio. Por desgracia no serán los últimos.

Sólo en Granada se producen cuatro desahucios diarios de media, y en toda España unos trecientos. Son cifras muy grandes. ¿Qué van a hacer los bancos con tantas viviendas?

Algo de Historia

Recuerdo cuando estudiaba y nos contaban la catástrofe del Crack del 29. Una de las cosas que más me llamaban la atención era la cantidad de suicidios que se produjeron en aquel momento. Se los llegó a considerar suicidios en masa. En aquellos libros de texto había una foto, en blanco y negro, de gente cabizbaja, bien vestida, caminando como fantasmas por encima de un puente. Imaginaba entonces cuántos cadáveres habría tirados bajo ese mismo puente, producto de la desesperación y el ahogo de no poder visualizar un futuro digno.

Ahora pienso en José Miguel y en la desesperación que tuvo que padecer los días antes de la desgracia. Cuando una persona decide quitarse la vida es porque ha tocado fondo, y piensa que no va a poder salir del hoyo. ¿A cuántas personas van a dejar así los bancos? No hay sentimiento, ni honor, ni sensibilidad ninguna. No son más que máquinas de sumar o restar dinero, sin más humanidad que las caras que aparecen en los billetes.

Los medios

Esta mañana escuchaba la SER, camino del trabajo, y venía escuchando unas cifras que me han puesto los pelos de punta. En España se producen seis suicidios diarios, de los cuales tres son a causa de la crisis. No voy a calcular cuántos son a la semana, al mes o al año, pero es espeluznante en cualquier caso. Si esto sigue así, no es que vayamos a convertirnos en un país de viejos, sino en un país sin vida.

Pero todos los medios, al menos los que se hacen eco del asunto, que reconozco que son bastantes, opinan lo mismo, y yo me sumo. Es necesaria una solución, quizás a nivel jurista, que pudiera beneficiar tanto a las entidades bancarias como a los propietarios deudores. Siempre hemos dicho, hablando de nuestras propias hipotecas, en tono de broma, que el piso no era nuestro sino del banco. Ahora podemos decirlo, y sin bromear, es así.

Se están ejecutando desahucios con una ley pensada para otros tiempos, para morosos reales que han decidido gastar su dinero en lujos, o derrocharlo sin miramientos. Con la crisis actual las medidas deberían ser diferentes. Nuestro mundo está cambiando, y con él deberían cambiar también las leyes. Nos estamos deshumanizando demasiado.

Desahucio y crisis

Se da dinero a los bancos en forma de rescate para sacarlos de la crisis, con la excusa de sacarnos a nosotros mismos. Se le ha dado a los bancos, desde que provocaron la crisis, 84.000 millones de euros, para paliar el problema, cosa que no ha sucedido, y según los presupuestos presentados por el gobierno, se les va a dar 60.000 millones de euros más.

No es justo. ¿Quién va a sacar de la crisis al ciudadano? Nos hemos visto inmersos en una crisis provocada por la banca, y es a ella a quien se tiende la mano. No es justo.

Los que aún sí que son humanos

Pero aún queda gente de honor y buen corazón en nuestro país. Gente como la que forma el colectivo Stop Desahucios, que ayuda a todo el que pueden, familias muy afectadas, en riesgo de exclusión social, a pactar condiciones provisionales con algunos bancos. Pero es tanta la gente afectada que es prácticamente imposible ayudarlos a todos.

Me ha sorprendido leer y escuchar, al mismo tiempo, que incluso el CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) opina que tiene más posibilidades de defenderse cualquier condenado que alguien que está a punto de perder su vivienda por desahucio. ¿No será que los bancos están cayendo en el abuso con este tema?

Lo cierto es que a los bancos tampoco les interesa quedarse con un piso, del que van a tener que hacerse cargo en los pagos correspondientes: gastos de comunidad, IBI, etc. Entonces, ¿por qué toman el desahucio como única opción?